Me encanta formar parte del medio, sentir que formo parte y participo dentro del ecosistema, cada día es más difícil poder hacer eso, debido a que el hombre “civilizado” no hace otra cosa más que dañar y dañar nuestra madre naturaleza.
No se si algún día volverá el equilibrio, por eso me considero afortunado de poder correr entre zorros, cabras, jabalís y cervatillos guardando en mis retinas los más elegantes trotes, la perfección del movimiento.
En total han sido 18 kilómetros, han sido especiales.