Hoy amanecía el día temprano para nosotros , la verdad es que me encanta madrugar con la energía desbordante , esa que llevas cuando todos los indicadores de tu cuerpo dicen que tienes que hacer algo especial , y es que a mí ir a la montaña a entrenar siempre me parece algo especial y mágico .
A las 7 de la mañana me había citado con Deme , ¿dirección a seguir ? la sinuosa ruta del Cares , así que con nuestra alegría partimos dirección Arriondas .
Siempre que vamos de montaña , solemos parar por el camino a tomar un café mientras esperamos pacientemente a que amanezca , esta vez lo hicimos en el mismo pueblo de arriondas , allí un nutrido grupo de cazadores comía un temtempié , nunca he entendido la caza , al menos la manera que hay aquí de practicarla , me parece demasiado cruel , respeto mucho que se haga para comer igual que el pescar , pero simplemente por disparar no lo veo.
Comenzábamos a trotar a eso de las 9 , un día impresionante acababa de empezar , como testigo de lujo un sol caluroso y un cielo despejado que nos permitía ver tímidamente el Naranjo de Bulnes , que agradable vista , parece un sueño lo hermoso de la infertilidad del terreno.
Llevamos un ritmo agradable , las subidas son pronunciadas y las bajadas divertidas , el primer recorrido
que hacemos es de unos 14 kilómetros la bajada muy técnica lo que me divierte muchísimo , lo que me gusta hacer el burro , la gente que viene haciendo la ruta de senderismo no sale de su asombro , incluso se asustan por la bajada trepidante que nos marcamos Deme y yo , al terminar esta ruta nos quedamos con sabor a poco con ganas de mas , lo que nos lleva a hacer la ruta del Cares a un ritmo infernal , aquí si cabe la gente se asustaba más , por que demasiado técnico no era, pero ver a dos locos por allí corriendo como estábamos nosotros si que llamaba la atención.
Al final un día 10 en el que corrimos un total de 3h 32 min , con alegría , disfrutando , charlando mucho y siendo felices en nuestro medio , sin duda la montaña es nuestro reino .