Pues si amigos así de impactante suena el nombre, y así de impactante ha sido el reto que he realizado en el Concejo de Corvera (en el Principado de Asturias), se que estabais impacientes por leer este post , y la verdad espero no defraudaros con el ya que he publicado varios en distintos sitios, y todos se parecen un poco.
El Reto
El reto consistía en estar corriendo durante 48 horas en un circuito ovalado de 770 metros, el circuito era de arena y gran parte del mismo había bastante desnivel, tanto positivo como negativo.
La razón
La razón del mismo, recaudar fondos para la Fundación Meniños, la cual se encarga de adopciones especiales, temporales, reunificación familiar, preservación familiar, etc…
No es la primera vez que realizo un reto para esta fundación, pero si la primera que me enfrento a una distancia tan brutal.
Mis pies
Si poco complejo era ya de por sí un reto en el que había que correr durante 48 horas, medito y creo que no es mala opción intentar hacerlo el máximo tiempo posible con zapatillas miminmalistas, para ello lo tengo fácil, uso unas New Balance MT-00 con las que estoy dispuesto a dejarme en la pista las suelas.
El apoyo
Bien es cierto que para que una carrera se realice bien y llegue a buen puerto tenemos que sentirnos apoyados en todo momento, el factor psicológico es una parte muy importante en este tipo de carreras, y estar arropado es casi una garantía de que todo va a salir bien.
La carrera
Pues pocos minutos después de las doce del mediodía, arrancaba este impresionante reto acompañado de una multitud de amigos, familiares, y corredores del Principado de Asturias, por delante muchas horas, muchos kilómetros y muchos sueños.
No he realizado ningún planteamiento de carrera, no he pensado en el que pasará si ….. sólo me he calzado las Minimus y he pensado, “hasta donde pueda”, el ritmo inicial no es demasiado rápido, nos permite a todo el grupo ir charlando sin ningún tipo de problema, se respira un ambiente especial, los niños hacen su aparición estelar para deleitarnos con algún que otro broche y sacarnos siempre una sonrisa, en las carpas mi equipo de Esportate junto con mi novia Sheyla y Guzmán están realizando inscripciones y atendiendo a todo el mundo que por allí se acerca.
No pienso cuantas horas tengo que estar, ni calculo cuantas vueltas tendré que dar, tan solo paso a paso a golpe de zancada dejo que pase el tiempo en compañía de Pedro Cuenca y un montón de atletas, con buenas charlas. Estoy disfrutando con las Minimus, trato en todo momento ejecutar una buena técnica, la cual no suponga un desgaste físico demasiado grande, que me permita ir cómodo sin relajarme tanto como para caer en la fatal trampa de pisar de cualquier manera.
Así pasa la media maratón, recuerdo que en la Fresneda cuanto intenté correr también con las minimus, al llegar a esa distancia, la incomodidad me hizo tener que cambiar de calzado, pero esta vez había sido cuidadoso, pronto pasé la maratón sin notar ningún tipo de molestia ni sensación de agotamiento, pero el sol seguía presente y golpeaba con fuerza.
Según avanzaban las horas bajo el sol abrasador y en compañía de Jose Luis Lopez Somoano me doy cuenta que una fina capa de sal cubre parte de mi cuerpo, necesito recuperar sales. Hasta el momento me he hidratado bien y también he comido con bastante frecuencia, eso es indicador de que todo va funcionando, pero no debo descuidar ningún aspecto de este tipo, o me saldrá cara la broma.
Llega la primera noche con ella dos maratones concluidas, y el hasta luego de Somoano, el me ha acompañado durante más de 50 kilómetros, me ha motivado, dado fuerzas y ha hecho suya una causa que es de todos, lo admiro, siempre pensando en los demás no solo se conforma con apoyar las causas, si no que colabora con ellas hasta el máximo esfuerzo, hombre de acción, con su adiós mis zapatillas se empiezan a desgarrar justo donde dobla el pie, pero me falta poco para sobrepasar los 110 km, esa es la meta minimalista que me marco, no quiero arriesgar a un corte en el pie que pueda suponer el abandono de reto, así que continuo hasta esa justa distancia, me pregunto cuantas personas en el mundo habrán cubierto una distancia así con tan solo 4 mm de suela en la era actual, no lo sé pero seguro que pocas han corrido de forma minimalista 110 kilómetros en una pista tan pequeña.
Me encuentro bien físicamente y psicológicamente, así que sigo alimentándome con frecuencia, la gente viene, va, algunos se quedan, otros repiten pero todos colaboran y ayudan con lo que pueden para sacar este reto adelante, como me gusta ver a la sociedad implicada, en todos sus estratos, en todas sus capas.
De madrugada me siento bien por lo que no necesito café, Red bull ni absolutamente nada para evitar tener sueño, simplemente no lo tengo, al menos de forma tan exagerada como en la mayoría de carreras a las que asisto, aun así decido que las 4 y las 6 son buen momento para hacer dos micro descansos de media hora. Eso es lo que me permito descansar toda la noche, el resto trotar un poco suave y caminar.
Con la llegada del nuevo día llegan nuevas caras, entre ellas las de Luis de Foxtrot y la del alcalde de Corvera, nuevos sentimientos afloran, con nuevas ilusiones y muchas ganas, el cansancio ya es latente, pero las ganas de soñar y de correr son aun más grandes que todo eso.
Con los primeros rayos de sol llega Hector Moro otra de esas importantísimas personas para la sociedad, es grato saber que hay gente como tu haciendo cosas para mejorar el mundo, el se ha propuesto acompañarme unas cuantas horas y no duda en hacerlo, también casi al mismo tiempo que el llegan multitud de Esportanos decididos a hacer kilómetros y kilómetros, con ellos también lo hace Millariega, que ganas de verlo y rodar con el, creo que no corríamos de verdad desde el Campeonato de España, y así me siento motivado a gusto, con la familia volcada en mis retos y la sociedad deseando participar, formar parte de algo histórico algo increíble, también se unen al reto los amigos del parque Ferrera, y un poco más tarde los Chamwas, que fácil es hacer así kilómetros. Llega la tarde con ella otro gran deportista, Francisco López de Dios (Campeón de Asturias de 5000m y 10000m) y Lorenzo del Pozo el cual provoca en mi una reacción mucho más motivadora haciendo que rodemos vertiginosamente para alcanzar a las nueve de la tarde los 200 kilómetros.
Así lo hacemos lo que favorece que la noche que me queda, esa que tiene pinta de ser menos dura que la anterior me la pueda tomar con más calma.
Así lo hago, pasan las horas repito los descansos y continuo buscando esa meta, pienso en muchas cosas, entre ellas que este reto me está siendo más fácil, pero más en todos los aspectos, no se cual es la fuerza que me empuja a ir también, pero realmente me encuentro impresionantemente fresco, a ello seguro que ayuda los masajes de descarga que me da la fisio, la cual con sumo cuidado mima dos veces al día mis piernas para que rindan al máximo.
Pero esto no es suficiente, el paso de las horas hace que note una pequeña tendinitis, la cual tiene que deshacer en dos ocasiones, pero todo se queda en eso un susto. Me siento feliz muy feliz, el objetivo de la Fundación está casi cumplido, ya todo el mundo sabe quién es Meniños, y la cifra que estamos recaudando no está nada mal.
Amanece el segundo día con el paseo matutino del alcalde y de Guzmán, ya solo queda esperar que venga más y más gente para poner un broche de Oro a un evento único e impresionante, comienzo a correr de nuevo, tengo que llegar a esos 250 kilómetros, para ello me vuelve acompañar Jose, Luis, Guzman, Lorenzo…… entre todos me llevan en volandas a una meta llena de gente, aun faltan 20 minutos para terminar, pero lo que parecía imposible se ha conseguido, ya habíamos llegado a los 250 kilómetros, no sé como agradecer a todo el mundo lo que ha hecho, así que invito a todos a una vuelta de honor, una más de regalo donde todos podemos decir adiós a lo que han sido dos días de ensueño.
Hemos cumplido todos los objetivos, se han recaudado casi 2000 euros para la Fundación, hemos llevado su nombre a través de las ondas a todo el territorio y la gente al fin sabe que existen y a que se dedican.
Pasaran mil horas y yo seguiré sin saber cómo compensar todo lo que me habéis dado, si hay un ejercicio de fe sin duda es este, y un ejercicio de poder también.
Emocionalmente esto ha sido un tesoro, deportivamente un regalo, no todos los días se corren 110 kilómetros en minimalista, no siempre se corren 48 horas con 250 kilómetros, solo me cabe daros a todos y cada uno de vosotros las gracias, por que gracias a vuestra ayuda no hay nada imposible. Quiero darles las gracias especialmente, a los que estuvisteis día y noche pendiente de mi , a todos los patrocinadores y estamentos oficiales que han hecho posible este reto, sois muchísimos y sois muy grandes.
*Estos son dos de los movescount correctos, por fallo en la configuración en el GPS las primeras horas fui sin reloj, al igual que las horas que estuvo cargando, en total unos 58 kilómetros a mayores.
Primer Movescount.
El segundo Movescount .