Hay días en los que como hoy podemos permitirnos bajar un poco el ritmo, la intensidad de los entrenos y mirar a nuestro alrededor, dándonos cuenta de detalles que habitualmente pasarían desapercibidos para nuestras escurridizas retinas.
En días como hoy no solo disfruta uno de un intenso entreno, si no que también lo puede hacer de la natural compañía del bosque.
Hoy entre ardillas y sonrisas he dejado atrás 15 kilómetros a un ritmo que me ha permitido disfrutar de cada centímetro, de cada momento y eso es algo magnífico, eso es felicidad.
Si hay dos cosas que nos hacen libre son : el poder correr y la naturaleza.
“No seamos esclavos de nuestro propio egoísmo, no lo seamos de nuestra (evolución)”