CRÓNICA: LA AFRICANA 2018

La Africana es una carrera compleja, difícil, rápida, con afición, y con mucha pasión.
Llego a ella tras haber estado casi una semana parado por una gripe con infección respiratoria (pensé que este año me libraría) y como no es una carrera para disfrutar, para detenerse e inundar las retinas con bellos paisajes, decido que la mejor opción es hacerla lo más rápido posible (al menos hasta que aguante el cuerpo).

La salida es una de las partes más bonitas de la carrera, se hace desde Melilla la vieja, y esa si que es una parte de la ciudad autónoma que hay que disfrutar, el callejeo por esas callejuelas con edificios de una arquitectura impresionante (a mi me tiene enamorado), dan la salida a ritmo legionario, y salgo en el grupo de cabeza, los primeros compases de carrera son posiblemente los más emoionantes, ya que miles de personas están en las calles de Melilla animando, voy a ritmos rápidos pero cómodos, me siento bien.

A partir del kilómetro 7 la carrera es un poco infumable, dejamos atrás la belleza y lo exótico que tiene Melilla para adentrarnos en bucles horribles, salvando eso si alguna zona que es muy bonita. Esta es mi segunda participación en La Africana, así que se perfectamente lo que me voy a encontrar, bebo Tailwind regularmente y eso me da fuerzas para seguir corriendo bien, la verdad es que en ningún momento pensé que pudiera correr a esos ritmos habiendo pasado una semana tan mala, pero seguimos hasta que el cuerpo aguante.

El primer control lo paso en la posición 30 de la general, estamos cerca de mitad de carrera y me veo con fuerzas para continuar a ese ritmo, así lo hago hasta el kilómetro 32, momento en el que ya no puedo ni beber un sólo sorbo o comer un trozo de fruta sin que me den ganas de vomitar.

A partir de ese momento tengo que adaptar el ritmo a mi situación para intentar llegar a meta, no lo pasé excesivamente mal, pero a partir del kilómetro 42 las fuerzas ya flaqueaban sin nada en el cuerpo y hubo que regular al máximo las fuerzas.

Al final conseguí alcanzar la meta en 70 posición de unos 3000 corredores con un tiempo de 4 horas 49 mejorando mi marca en 10 minutos, muy feliz de haber alcanzado una meta que se antojaba imposible una semana atrás y más haciéndolo con tan buenos ritmos, sin duda daré con la dosis adecuada de Tailwind que me permita correr esas distancias tan bien como lo estaba haciendo, por que la gasolina es inmejorable. #gotailwind

En esta prueba corrí con las Salomon XA Elevate, me proporcionaron comodidad y estabilidad a raudales, con lo que disfruté aun más de la carrera.

Quiero felicitar al equipo del RT 22 hay carreras como esta que se complican mucho, y lo que de verdad vale es entregarse al máximo como lo habéis hecho. IMPRESIONANTES.

CRÓNICA: LA CUNA DE LA LEGIÓN 2018

Otro año más en La Cuna de La Legión, con la incertidumbre de saber como se comporta mi organismo en la larga distancia, pero la verdad es que me siento bien, llego aquí con semanas de muy buenos entrenamientos, y esa es una importantísima base para que las cosas salgan bien, o al menos mejor que el año pasado.

La Cuna es una carrera especial para la gente del sur, miles son los adeptos que esperan el cañonazo de salida a ritmo legionario para comerse los 51 kilómetros que tiene su duro recorrido. Una carrera de ultra distancia atípica, una mezcla de asfalto y trail con partes muy bonitas en un día marcado por el aire y el mal tiempo que añadieron un punto de dureza, épica y diversión, a una emocionante carrera en la que la clasificación por equipos se peleó hasta los últimos kilómetros.

En el equipo intentamos ser conservadores, al menos hasta la parte dura de la carrera (kilómetro 35) con todos los equipos siempre a la vista e intentando mantener un ritmo adecuado, esto no es sencillo, estamos hablando que al menos cuatro personas han de correr al mismo ritmo durante 51 kilómetros  con una diferencia máxima de 40 segundos.

Durante toda la prueba corrí cómodo, controlando las sensaciones e intentando beber tailwind cada poco, ese fue prácticamente mi sustento durante toda la carrera en la que sólo cogí de los avituallamientos naranjas, a partir del kilómetro 30 ya era muy difícil para mí beber tailwind ya que bebí más agua de la que debería y eso me pasó factura. 

Esa factura me llegó en el kilómetro 43 en forma de pájara, algo que fue incrementándose hasta sufrir muchos calambres, una lucha constante por no detenerse y no perder demasiado tiempo. 
Y así fue, intentando perder el mínimo tiempo posible conseguimos alcanzar la meta en 5 horas 02 minutos, casi 15 menos que la pasada edición quedándonos por 10 minutos fuera de la lucha por el podio, el trabajo y esfuerzo del equipo ha sido bárbaro, y según pasan los días más valoro la gran carrera que hicimos. 
No es fácil y el nivel de esta prueba ha estado por las nubes, somos críticos para mejorar pero es de gran valor como hemos peleado la carrera. 
Otro día para aprender, intentando entender mi cuerpo un poquito más. 
Gracias equipo por qué os habéis entregado al máximo.

Crónica La Africana

Esta temporada un de los grandes objetivos es hacer el circuito de carreras legionarias, un objetivo más ambicioso si cabe al hacerlo en equipo, pero creo que más satisfactorio, si no fuera por ese motivo muy probablemente no volvería a hacer carreras que están más cerca de la ruta que de el Trailrunning.

Si bien tuvimos un pequeño preámbulo en los Alcázares donde todos conseguimos hacer podios, en una jornada marcada por el fuerte viento, continuamos en Ceuta con la Cuna de la Legión donde fuimos el tercer equipo absoluto, y el pasado fin de semana en la Africana creo que salió la carrera más redonda de todas pese a no llegar al podio, puesto que fue una carrera muy controlada, de mucho nivel y ritmo, donde el segundo equipo nos sacó cinco minutos y el tercero apenas minuto y medio.

El recorrido de esta prueba es bastante rápido, si bien hay partes del recorrido que sobran totalmente, se compensa con las miles de personas que se apostillan en las calles para dar su aliento a los corredores.

En esta carrera el equipo de cinco componentes debían ir toda la carrera juntos, somos seis en el equipo por lo era el momento ideal para que Pacheco entrara en el equipo y yo hiciera la prueba individual.
Fue una jornada difícil, en la que hubo que luchar desde muy pronto, y donde el equipo lideró mucho rato la prueba y fue en posiciones de podio hasta muy cerquita de meta.
Mi carrera fue un tanto especial, tenía que ir al ritmo que me marcara mi estómago, había momentos en los que iba muy bien y otros en los que apenas daba trotado, aún así las sensaciones fueron mucho mejores que las de Ceuta y eso fue algo que también se notó en el crono que bajó en casi una hora con respecto Melilla.

Ahora toca seguir entrenando, que el estomago vaya mejorando, por que físicamente me encuentro en un buen momento capaz de recuperar rápido y competir en varias distancias.