Hay carreras y carreras, en algunas esperas como si fueras un niño, meses y meses, semana tras semana, sin perder pizca de interés, sin ápice de nerviosismo, hay carreras que simplemente por lo que son motivan, La fresneda es una de esas carreras y creo que año tras año el interés que ejerce en mi es más grande.
He crecido ahí como atleta, como ultrafondista y como persona, siempre he conseguido superarme, superar todos y cada uno de los pequeños pasos en la vida, en el deporte y lo he ido haciendo paralelamente en esta formidable carrera, un año más llego con esa sonrisa, la de los encuentros y los reencuentros, la de la lucha, el compañerismo, la solidaridad, la de dar todo cuanto tengo dentro de mi, pero sobre todo la de disfrutar inmensamente.
Una vez más vuelvo a ver a José Millariega en la milla que lleva su nombre, en esa en la que con mimo y muchas horas, preparaba odiseas como la de Grecia, y disfruto una vez más a su lado, de su compañía, de su saber.
No es nada sencillo preparar estas cosas, este tipo de pruebas, y menos con el volumen de gente que participa aquí y que al igual que yo,ansía anualmente su cita con la milla del cartero, todos sabemos que se pueden mejorar cosas, lo que quizás muchos no sepan es lo difícil que es mejorarlas cuando la mayor parte del año eres tú el único que trabaja para sacarlas adelante en la época más conveniente, y es por eso otra razón por la que te doy gracias y aprendo de ti, por que aunque al final muchos se beneficien de tu trabajo durante todo el año, tu te dejas caer a un segundo plano sin una mala cara. Gracias José, como amigo y como persona.
Este año ha sido especial para mi en todos los aspectos, me encuentro desbordado de felicidad, de buenas noticias y aun sé buscar la parte positiva de las que no son tanto, me he encontrado con multitud de gente como yo, que busca simplemente hacer las cosas por que hay que hacerlas, y en eso estamos en hacer mucho y bien, he encontrado en Esportate algo más que una red social al uso, he encontrado personas que se vuelcan, que me han abierto su casa y me han dado sus llaves, no solo me han acogido a mi, si no a todo aquel al que ha querido unirse, sin condiciones, sin intereses, se han involucrado en los entrenos, en las carreras y en mis retos, también lo ha hecho Shey de una forma más especial, trabajando a la sombra y apoyándome en los momentos buenos y no tan buenos.
Esto no es la crónica de las 24 horas, al menos la crónica deportiva, pero si la personal, no siempre mostramos esta cara los deportistas, quizás no sea lo más atractivo, pero para mi si que es necesario,