Sin buscar escusas, llegamos a Vila de Gerês el sábado con la sensación de que no estaba bien del todo, pero bueno nunca se sabe, así que como que una tradición familiar que poco a poco vamos fomentando nos vamos a cenar una Francesinha, un plato exquisito no valido para dietas (De ahí salió mi fuerza), paseíto y pronto para cama.
La Carrera
Nos levantamos con calma, la carrera es a las 10, un cafelito ligero y una tostada, y es que no se porque razón, cada vez me cuesta más llenar la barriga para ir a correr.
Nos plantamos en la salida, y la verdad otro de mis defectos es no mirar nada, no sabía que zapatillas usar, cuantos avituallamientos había, y hasta si terminaba en el mismo sitio….
Lo único que tenía claro es que hasta el kilómetro 16 era subiendo, y a partir de ahí era todo para abajo.
Estamos en la salida unos 500 corredores, y una vez más la salida es a lo grande, me pongo adelante, consigo llegar al kilómetro 3 en segunda posición, el ritmo es de infarto, ahí comienza la subida que ya no dará tregua hasta el 16. Pierdo algunos puestos, por que me adelanta el grupo de cabeza, van todos muy compactos y a un ritmo infernal. Yo poco a poco intentando mantener siempre el ritmo pero sobre todo la concentración, últimamente consigo concentrarme mucho más y eso me está ayudado a pelear en las carreras.
Me salto el primer avituallamiento, (la verdad es que pensé que no lo era, pero si), controlo a la gente que me va por detrás y disfruto de un recorrido único por el corazón del Parque Natural de Peneda de Gerês, uno puede ir mirando al horizonte o a los lados embobado todo el rato, dudo que haya otra carrera igual, con esas características, preciosas montañas, preciosos bosques, naturaleza mayúscula y plena.
En el segundo avituallamiento bebo un traguito de agua y un bocado de chocolate, volvemos a correr, 5 kilómetros más y en la bajada me lanzo.
No soy capaz de dejar atrás a los corredores, marcho décimo y tengo al noveno a 200 metros desde hace 5 kilómetros y no soy capaz de pillarlo.
Llegamos al 16 estoy fuerte, feliz y con ganas, menuda carrera me está saliendo, a ritmo suicida me lanzo para meta, cinco kilómetros de locura en los que consigo separarme de mis seguidores bajando a un ritmo de 3:24 min/km, que emoción más grande, entro en línea de meta buscando a Aleix, en seguida sale a la alfombra roja y una vez más juntos entramos en meta, es un momento muy especial para los dos. 1 hora 33 minutos, 1.200 metros de desnivel, 5º senior y 10º de la general.
Ha sido una carrera espectacular que me ha salido a la perfección, espectacularmente organizada con mimo y muchas horas de trabajo, sin duda Carlos Sá tiene en su haber las mejores carreras de Portugal, y muchas de ellas son referente en todo el mundo.
Gracias una vez más a Salomon, Suunto, Injinji, La despensa del Deportista pero sobre todo a mi familia todo su apoyo, por que sin vosotros todo sería imposible.
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