Aburrido de tantas infecciones y de tantos catarros me he puesto serio en la búsqueda de soluciones, y creo que al fin he dado con el kit de la cuestión, un equilibrio que me permite tener a raya a los virus invernales.
En primer lugar es importantísimo el llevar las capas de ropa adecuadas al ritmo que vamos efectuar, ir bien abrigados sin que el ritmo de entrenamiento haga que sudemos más de la cuenta.
Es también de vital importancia el proteger nuestra entrada de aire con un buff para que este no entre a nuestro sistema respiratorio tan frío.
En las jornadas de entreno en las que la temperatura esté por los suelos es importante también no exigir ritmos demasiado altos, mejor dejar las series para las horas más calientes del día.
Aún siendo precavidos es muy fácil que nos resfriemos, nada mejor para combatir eso que tomar infusiones de Llantén (La planta a la que los druidas le rendían culto), esta planta de sabor dulce es fácil de encontrar en herbolarios, y muy efectiva, y como no… pon miel en tu vida.